El Pipí-stop está formado por un sensor de humedad y una alarma sonora, que ayudan al niño a despertarse en el momento preciso (cuando las primeras gotas de orina mojan el sensor). Ésto constituye un aprendizaje que conduce a que el niño controle la micción.
preferiblemente a partir de 5 años.
Está basado en el aprendizaje mediante el condicionamiento, siendo este tipo de tratamiento el más eficaz. Su eficacia terapéutica es muy elevada, alcanzándose un porcentaje de éxitos de un 80-90%. El tratamiento dura, en la mayoría de los casos, entre 4 y 12 semanas
Su reducido tamaño y los imperdibles de seguridad de que dispone conceden gran movilidad al niño. Está provisto de dos sonidos: uno continuo y otro intermitente, menos potente.
Garantía de 2 años del aparato y de 1 año del sensor o rejilla.